lunes, 16 de noviembre de 2015

Más sobre BIOPSICOINTEGRACIÓN : Un paso más allá en el mundo de las terapias

         Hoy en día coexisten una gran variedad de técnicas dentro de las terapias alternativas. Reiki, biomagnetismo, acupuntura, EFT-tapping, biodescodificación, arteterapia, flores de Bach y así podríamos seguir enumerando una gran lista de herramientas a disposición de todo aquel interesado en el universo de las terapias.
Entre los que ejercen el oficio de terapeuta podemos distinguir dos grandes grupos: por un lado aquellos que se han especializado y abordan el problema del cliente centrados en su particular modo de trabajar, ceñidos prácticamente al campo de su especialización y por otra parte aquellos que han ido seleccionando y sumando herramientas a lo largo de su formación y de su ejercicio profesional. Quizás este grupo sea cada vez más numeroso y es lógico  dado que el enfoque, llamémosle "alternativo" presupone en la gran  mayoría de ocasiones un abordaje holístico que no se limita a la visión cartesiana del ser humano sino que lo considera un ente total formado por cuerpo, mente y espíritu.
            La Biopsicointegración da un paso más allá dentro de este último grupo, pero ¿Con qué propósito? No se trata de coleccionar técnicas terapéuticas porque sí. El fin último del terapeuta es que el cliente que ha entrado en su consultorio con un problema salga de él aliviado y a ser posible no necesite varias docenas de sesiones para restablecer su equilibrio.
Para ello el especialista en Biopsicointegración aborda la problemática de la persona afectada como una expresión de su vida en el momento justo de la consulta, es decir, entiende que el cliente como ser completo está expresando una necesidad no cubierta, la mayoría de las veces por una inhibición de acción, o dicho de otro modo: un bloqueo a cualquier nivel que se extiende a los demás estratos de la persona.
¿Cómo solucionar un problema físico sin tener en cuenta los aspectos emocionales, relacionales y espirituales de la persona? ¿Cómo arreglar desequilibrios psíquicos sin contemplar un cuerpo que los contiene? Hay disciplinas que así lo hacen y con resultados positivos a corto/medio plazo, lo que hace que el afectado se olvide de ese molesto síntoma que una vez tuvo y siga haciendo la misma vida que antes de que surgiera su problema. No estamos descubriendo nada si decimos que esta solución es temporal y tiene fecha de caducidad porque se ha centrado en suprimir un síntoma sin buscar su causa.
         En Biopsicointegración adoptamos una visión integral en la que contemplamos al ser humano como ente individual con unas vivencias subjetivas y objetivas pero sin perder de vista su situación con respecto al resto del mundo y con sus relaciones más cercanas (pareja, hijos, amigos,compañeros de trabajo, de estudios, clientes,etc…). Esto hace que la perspectiva sea lo suficientemente amplia para conocer a la persona como ser independiente sin olvidarnos de su entorno, lo que nos facilita algo tan importante en la relación con el cliente como es la empatía. Somos seres sociales y existe una interdependencia del individuo con lo que le rodea. Es de resaltar aquí la importancia que le damos al enfoque sistémico familiar y laboral (la pertenencia a la familia supone la matriz de la identidad individual). Este hecho se materializa en las sesiones individuales de constelaciones familiares que se llevan a cabo en los acompañamientos.
Si seguimos un cronología secuencial en cuanto al proceso de atención al cliente y dando por supuesto que este ya nos llega con un diagnóstico aproximado (esto no ocurre en la totalidad de las consultas, pero si en un alto porcentaje de ellas), en Biopsicointegración consideramos que la génesis de la alteración está en un impacto biológico que produce una reacción simultánea en los tres niveles psique-cerebro-órgano. Cada tipo de conflicto enciende un relé en el cerebro y según la localización espacial de este repercutirá en un órgano u otro. El órgano impactado reaccionará en ese momento optimizando su función para contener la situación de peligro que esté experimentando el individuo. Es muy importante tener en cuenta aquí que en el ser humano el choque biológico va a desencadenar una emoción, por lo que en el mejor de los casos nuestro trabajo va a consistir en hacer que la persona encuentre la primera emoción análoga a la causada por el conflicto actual. Este hallazgo es de suma importancia  ya que fue esta emoción primigenia la que condicionó una posterior inhibición de acción ante una circunstancia parecida y su correspondiente choque biológico. Lo que hoy día se puede considerar (erróneamente) un fracaso fisiológico, fue y sigue siendo la manera que tiene la naturaleza de salvarnos de un peligro.
Otros casos que se nos presentan pueden ser tratados de otra forma. Por lo ya expuesto, en nuestra línea de trabajo hacemos un abordaje múltiple, que abarca el cuerpo (incluyendo órganos y cerebro), la mente (psique) y además el espíritu y la sombra. Quizás de entre todos estos aspectos sea la sombra la que más atención merece en nuestros acompañamientos porque es ahí donde el cliente debe centrar más su mirada, siendo el trabajo del espíritu una labor personal en la que nosotros podemos establecer ciertas recomendaciones e incluso proporcionar tareas y lecturas enfocadas al crecimiento espiritual. Consideramos que al potenciar el progreso espiritual sin haber hecho un arduo trabajo con la sombra corremos el peligro de usar esta “espiritualidad” como una vía de escape para huir de la realidad y evitar aspectos dolorosos que necesitan ser confrontados para restablecer el equilibrio psíquico.
Entendemos por sombra, a la manera de C.G. Jung, aquellos aspectos ocultos o inconscientes de uno mismo, positivos o negativos, que el ego no ha reconocido o ha reprimido.  El negar la existencia de este material no lo elimina, porque en ese caso aparecerá en forma de miedos, ansiedades y neurosis. Es sacándolo a la luz y reapropiándonos de él como conseguiremos combatir esa sintomatología. Además enfrentarse a la sombra  no comprende solo trabajar con aspectos negativos que teníamos ocultos, sino que también nos hace descubrir nuevas potencialidades y posibilidades que no sabíamos que estaban ahí. Sea como sea, cualquier avance en cualquiera de los demás aspectos de la persona se verá saboteado si ese avance no se realiza también con la sombra.
En Biopsicointegración utilizamos diversas herramientas psicoterapéuticas para que estos contenidos afloren a la conciencia del cliente y los pueda integrar como una parte valiosa de su ser. Utilizamos desde técnicas gestálticas hasta respiración consciente (Rebirthing). Cuando el cliente reconoce y aprende a vivir su sombra se vuelve más natural, humano y accesible, más sociable, se integra en su grupo con más facilidad y termina aceptando y valorando sus propios errores.
Con respecto al abordaje concreto que realizamos en patologías y desequilibrios psíquicos y físicos y al considerar de suma importancia el trasfondo emocional que activa e impregna cualquiera de estas alteraciones, en Biopsicointegración nos acercamos a lo que Jung llamó Imaginación Activa y Joaquin Grau desarrolló como Anatheóresis, aunque siguiendo la línea de trabajo diseñada por el Dr. Moya en su Medicina de la Persona. Esta práctica consiste en llevar al cliente a un estado de relajación en el que este no pierde nunca la conciencia pero puede vivenciar experiencias pasadas y llegar a una comprensión profunda de los hechos concretos que le han enfermado. Así dicho parece fácil, pero llegados a este punto de inflexión será el cliente el que decidirá si llevar a cabo los cambios pertinentes para que ocurra una transformación en su vida.
El enfoque integral que compartimos en Biopsicointegración no se limita al campo terapéutico únicamente, sino que a modo preventivo busca mantener el equilibrio psico-físico y para ello propone prácticas en las que entran en juego todos los aspectos vitales del ser humano, es decir, el cuerpo, la mente, el espíritu y la sombra. Para el cuerpo cualquier actividad que se practique regularmente es adecuada (asumiendo que se practique con las precauciones físicas pertinentes y con deportividad) : correr, bailar, montar en bici, nadar, yoga, aerobic…El trabajo con la mente es muy importante y a veces es olvidado ya que en los últimos tiempos se le ha dado mucha importancia al cuerpo (es el centro de la sociedad actual) y a “sentirse desde el corazón”, olvidando que es la mente el nexo de unión entre el cuerpo y el espíritu. La mente es la primera expresión del espíritu, ancla el espíritu al cuerpo y lo arraiga, a la vez que eleva el cuerpo hacia el espíritu, nos proporciona un marco de referencia sin el cual no se podrían sostener las experiencias espirituales. Para la mente es aconsejable leer, estudiar, aprender algo que no tenga que ver con nuestro trabajo, los juegos tipo mental training, etc.
La meditación, ya sea Zen, Vipassana o cualquier otra, es quizás la práctica espiritual más accesible para cualquier persona, siempre y cuando esa práctica sea realizada adecuadamente. Hoy día hay infinidad de libros, videos y mucha información en Internet, pero es más que aconsejable aprender y mantener contacto con un verdadero maestro porque es muy fácil entretenerse o atascarse en estados fenómenológicos pasajeros. La práctica regular facilita una realización, un darse cuenta que va aligerar la vida y va a resintonizar con uno mismo, con todos y con todo.
En cuanto al trabajo con la sombra hay muchas formas de psicoterapias efectivas que van desde la terapia Gestalt al Psicoanálisis y el análisis transaccional y muchas más.
Como resumen final de esta breve exposición sobre esta nueva línea de trabajo podemos considerar a la Biopsicointegración como una praxis que considera al ser humano como una totalidad física, mental y espiritual, comprendiendo que sus síntomas son expresión de un conflicto vital que afecta a su totalidad. La práctica terapéutica consiste en indagar en la biografía oculta de la persona para traer a la luz de la conciencia aquellos mecanismos y emociones que han propiciado el desequilibrio actual, a la vez que hace un abordaje multinivel de todos los aspectos que conforman al sujeto para que así este encuentre el equilibrio que le proporcionará y mantendrá en una vida plena. Una prioridad, que no una condición, en Biopsicointegración es la de resolver la problemática del cliente en un numero reducido de sesiones. Existen motivos de sobra para considerar las limitaciones de tiempo y de otra índole que puedan tener las personas, sin mencionar, por obvio, la urgencia que tienen en resolver sus dolencias. La mayor aportación de una conciencia cuántica a la sanación es la de que los caminos de ida y vuelta se han vuelto cortos y rápidos una vez se da con ellos, el trabajo es ayudar a dar ese “pequeño viraje” en la conciencia dual para cambiar la perspectiva y como consecuencia de ello, llegar al paradigma cuántico. Nada nuevo si tenemos en cuenta que estos “descubrimientos” son conocidos por las filosofías orientales desde hace miles de años.
Cada pensamiento, cada acto, cada movimiento que hemos realizado a lo largo de nuestra vida ha sido el que nos ha traído al estado y a la situación en la que nos encontramos hoy, justamente ahora, y han sido perfectos para llegar al lugar en el que estamos, eso ya merece toda nuestra atención y gratitud. A partir de esta toma de conciencia podemos hacer balance de nuestra vida y darnos cuenta de que si algo no marcha bien en nosotros es simplemente una valoración subjetiva, porque sea cual sea el estado en el que nos encontremos, es justo el estado que nos ha llevado a vivir lo que estamos viviendo en este momento y es el mejor de todos. Si no nos agrada y queremos que cambie, entonces tendremos que cambiar nosotros. No hay terapia efectiva sin cambio interno y no hay cambio interno sin conciencia. Es esta toma de conciencia la piedra angular de nuestra práctica.

viernes, 11 de septiembre de 2015

BIOPSICOINTEGRACIÓN

A grandes rasgos BIOPSICOINTEGRACIÓN significa poner en coherencia el corazón, la mente y el cuerpo, el sentir, el pensar y el actuar. Es la falta de esa coherencia lo que se manifiesta como desarreglo, como enfermedad o hablando con propiedad, como un aviso de nuestro organismo que nos está indicando que algo no marcha bien en nosotros . Puede ser que hayamos perdido de vista nuestro proyecto de vida, aquel que surgía de nosotros cuando empezábamos a ser adolescentes y nos queríamos comer el mundo y nuestro fin era ni más ni menos que ser felices. Pero confundimos el ser con el tener y nuestro rumbo cambió hasta que un síntoma nos frenó en nuestro camino hacia ninguna parte para ofrecernos la oportunidad de otear el horizonte y corregir la marcha. A muchos ya se les olvidó su rumbo original, o lo descartaron por imposible, o se cargaron con tanto equipaje que les resulta muy difícil seguir caminando. Y hay que hacer un alto en el camino para analizar lo que ocurre: sentido equivocado, demasiado peso, o quizás hay que hacer memoria y recordar cual era originariamente nuestra meta. Entonces tomamos conciencia y actuamos en función del resultado de nuestras reflexiones. Y lo primero que hacemos es bendecir nuestra fiebre, nuestro dolor, nuestro síntoma, porque gracias a ellos podemos redirigir nuestra vida y ponernos en armonía. Cuando esto ocurre, cuando expresamos nuestras emociones y le cedemos la palabra a nuestro corazón y lo escuchamos y lo seguimos, entonces notamos que la vida vuelve a fluir con comodidad y sin esfuerzo, nos percatamos de que irónicamente aquello que queríamos conseguir cuando niños era mucho más simple de lo que nos hicieron creer y aunque fuimos tan ingenuos de caer en la trampa que nos tendieron, hemos sido capaces de salir de ella. 
    
          *En el menú puedes pinchar en la pestaña BIOPSICOINTEGRACIÓN para conocer más detalles sobre esta práctica y sus beneficios. 

Cuerpo - Mente - Espiritu

Estos tres elementos han sido objetos de estudio por separado en distintas disciplinas (Medicina, Psicología, Filosofía...) y la relación entre ellos ha sido y es objeto de polémicas que surgen desde diferentes perspectivas.
  Desde éstas líneas mi intención es dar fe de esa conexión existente para mi e inexistente para muchos aunque cada vez más demostrada y demostrable.
  La importancia que tienen los pensamientos sobre nuestro estado de ánimo y sobre nuestro equilibrio de vida ya casi no lo cuestiona nadie. No quiero arrimarme al carro “new age” de aquellos que pregonan que todo irá perfecto para ti si desde que te levantas por la mañana comienzas a recitar pensamientos positivos y todos tus problemas desaparecerán, y aunque pueden ayudarte, ojalá fuera así de simple. Pero si sé por experiencia (en realidad es la experiencia bien gestionada la que posibilita avanzar en conocimientos y sabiduría) que mediante el estar alerta para ser consciente y sobre todo, el hacerte consciente de tu propia sombra, es posible tener una vida más equilibrada y sana a todos los niveles.                                            Esto implica mantener una coherencia entre lo que se siente, se piensa y se hace. Cuando estos tres elementos coinciden es cuando podemos sentirnos sanos, plenos, libres y empoderados como seres divinos que en realidad somos. Esta coherencia abre las puertas a un Universo hasta ahora desconocido y entonces ya no hablamos de la triada cuerpo-mente–espíritu, sino de Ser, sin más, porque esas escisiones son creadas por el hombre para etiquetar algo que no admite etiquetas ni definiciones ni nombres pero que nos son necesarias para entendernos entre nosotros y para nosotros entendernos.

martes, 18 de agosto de 2015

Rebirthing

         Entre las muchas técnicas sanadoras que existen, el Rebirthing (renacimiento) es quizás una de las más fáciles, rápidas y saludables que se pueden encontrar, así lo corrobora mi experiencia personal y sinceramente debo decir que no soy objetivo, ya que para mi hubo un antes y un después tras haber experimentado con esta técnica.
El Rebirthing es un proceso de transformación personal que nos puede beneficiar en nuestra vida a cualquier nivel, físico, mental, emocional y espiritual.
         Esta herramienta se basa en una técnica respiratoria inspirada en antiguos métodos yóguicos  practicados hace más de 3.000 años ; recuperada para Occidente en los años 60 por Leonard Orr al que se le considera el padre del Rebirthing desde su establecimiento oficial en 1974 como una ciencia intuitiva que puede ser practicada por todo aquel que busque sanación y crecimiento espiritual.
         Básicamente consiste en una respiración circular y consciente, la práctica es simple y los resultados pueden ser muy beneficiosos. Respirar es la primera función que realizamos al nacer, además de ser la más importante -y si sabemos hacerlo bien- podemos recuperar mucha información relegada al olvido o al subconsciente.
         Al respirar captamos oxigeno y energía (prana). Mediante el oxigeno alimentamos todas y cada una de nuestras células en la inspiración y soltamos durante la expiración los deshechos (mediante esta función se excretan el 70% de las toxinas del cuerpo, el otro 30%  se excreta por el sudor, la orina y las heces). Desde otro nivel, con la respiración nos abastecemos de lo que se conoce en India como prana o en China como chi , la energía vital que mantiene el cuerpo con vida y saludable.
A través de la respiración hacemos que fluya por nuestro cuerpo tanto el oxigeno como la energía vital de manera que poco a poco nos vamos recargando de vida a la vez que soltando lo que ya no necesitamos.
         Al inhalar conectamos con cualidades vitales como son estados potenciales de salud, lo inmaterial, la belleza, la abundancia, y al exhalar podemos soltar lo ya pasado, lo negativo, la enfermedad, el dolor o la escasez.  La conexión con la energía vital que nos facilita la respiración en un entorno seguro nos puede llevar a una profunda experiencia de unión con el Universo o el Todo.

 Respiración circular y consciente
          En Rebirthing manejamos dos funciones automáticas en el ser humano que no obstante podemos controlar voluntariamente: la respiración y el pensamiento.
Cuando ponemos la atención en la respiración podemos tomar conciencia de bloqueos emocionales, mentales y físicos. Estos bloqueos suelen estar relacionados con lo que en Rebirthing se llama “los diez traumas o inhibidores de la felicidad humanos” que son : el trauma de nacimiento, la mentira personal,  el síndrome de desaprobación parental, el trauma de la escuela, el trauma de la religión, el impulso inconsciente de morir, el karma de vidas pasadas, la represión de lo femenino y el síndrome del salvador del mundo (esto merece un abordaje especial que haré en otro momento). Estos traumas se van creando desde el momento de nuestra concepción hasta los siete o diez años de nuestra infancia y nos condicionan para el resto de nuestra vida si no estamos alerta y tomamos conciencia de su existencia para así poderlos integrar y disolver. Se manifiestan en creencias limitantes y no reales que nos hacen llevar una vida de miedo y escasez.

Sesiones
Las sesiones de Rebirthing se pueden realizar en seco, en agua o en fuego (junto a una gran fogata). Para comenzar es recomendable hacerlas en seco, tumbado en una colchoneta a ser posible. La duración de la sesión es de 2 a 3 horas, durando un ciclo de respiración de 60 a 90 minutos y el resto del tiempo se dedica a la preparación al principio y a integrar lo aflorado, recomendar lecturas y ejercicios, al final de la sesión . El Rebirthing en agua se realiza en una bañera con un tubo de snorkel  y puede ser en agua caliente (emulando el vientre materno) o en agua fría (las diferentes temperaturas potencian y confieren matices distintos a la sesión, al igual que el uso del fuego).
En una sesión normal en seco se conecta la inhalación con la exhalación sin pausas entre ambas. La inhalación es activa y energética y la exhalación es pasiva y relajada, dejando que los pulmones se desinflen, sin pausa alguna se da comienzo a la siguiente inhalación. Normalmente se inhala y exhala por la nariz, hacerlo por la boca es a veces recomendable para deshacer patrones de ira y enfado.
        Para iniciarse en la práctica de Rebirthing es aconsejable realizar un ciclo de 10 sesiones con un renacedor profesional, para más adelante, si se desea, realizar otro ciclo equivalente con un renacedor de sexo opuesto, de manera que así se posibilita la activación de conflictos que el renaciente tiene con figuras de uno u otro sexo.

Beneficios del Rebirthing
         Entre los muchos beneficios que nos puede proporcionar el Rebirthing están:
la claridad mental, la eliminación de patrones negativos limitantes, adquirir una gran paz interior, mejora en las relaciones,  mejor manejo de los desafíos de la vida profesional y personal, mejora la salud y el estado de ánimo.
       Mediante el Rebirthing podemos liberar conflictos, dolores, miedos, inseguridades, baja autoestima, ansiedades o cualquier limitación.
         El Rebirthing no es una terapia propiamente dicha, no cura enfermedades, pero con frecuencia se dan casos en los que se han resuelto de forma espontanea afecciones tales como jaquecas, dolores de espalda, enfermedades respiratorias e incluso depresiones profundas.

Mi experiencia
Como apuntaba al principio, para mi el Rebirthing significó literalmente un verdadero Renacimiento en el que desperté a una realidad que siempre había estado delante de mis ojos pero que no veía. Años atrás un amigo me habló por primera vez de Rebirthing, pero no le presté más atención que la que le prestaría a  algo curioso, a una técnica respiratoria más que por el momento a mi no me interesaba (ni siquiera se me hubiera ocurrido que alguna vez la practicaría). Aún no había llegado mi momento. Tiempo después fue Leonard Orr el que me dijo que igual que un maestro, el Rebirthing aparece en tu vida cuando estás preparado para la experiencia.
           Pasó el tiempo y aquello se olvidó. Yo seguí con mi vida tal y como la había conocido hasta entonces con sus momentos buenos y otros no tanto, hasta que después de estar casi dos años  sumido en una profunda crisis de la que no veía salida posible y en la que mi vida no tenía casi sentido, respirar me salvó.         Después de haber buscado y no encontrado solución a mi estado, un buen día me levanté de la cama y telefoneé a un amigo para preguntarle si conocía a algún renacedor y me dio el teléfono de una renacedora que justo esa semana llegaba a España desde Londres para dar varias sesiones. Inmediatamente llamé. Tenía la agenda completa, pero supongo que percibió mi estado al oírme la voz y me citó a primera hora de la mañana del día siguiente. Allí fui sin saber de que iba aquello del Renacimiento y sin expectativas claras. Mel – así se llamaba la renacedora, de origen brasileño – me entrevistó durante un buen rato y después me dio unas instrucciones sobre como tenía que respirar. Me tumbé en una colchoneta y estuve respirando durante una hora y media mas o menos. Cuando terminé le dije que quería otra sesión y me volvió a hacer un hueco para el día siguiente, con la condición de que no tomara nada para dormir (en aquella época me había acostumbrado a los somníferos). Acepté a regañadientes y salí de allí con una cierta relajación, pero aún me sentía confuso y dentro de un profundo pozo oscuro. Al día siguiente repetí y durante la sesión hubo momentos en los que noté como por momentos se me contracturaban las manos, los brazos y las piernas, entonces Mel me sugería cambiar el ritmo respiratorio y aquellas contracturas musculares se disolvían. Al terminar noté otra vez una agradable sensación relajante pero  me tuve que conformar con no volver  más porque Mel ya no tenía más hueco libre en su agenda. Ya había “conocido” lo que era el Rebirthing, pero tampoco me había solucionado gran cosa. Entonces el Universo me tendió una mano (eso pienso ahora) y a última hora de la mañana me llamó Mel para ofrecerme un hueco que se le había quedado libre por una reserva anulada. Ni me lo pensé, allí iba a estar de nuevo, tumbado y respirando. Llegué temprano, 8 de la mañana, y como ya habíamos hablado bastante los dos primeros días, el preámbulo fue corto. A los pocos minutos ya estaba otra vez tumbado y respirando. Respiraba al principio suavemente para pasar después a un ritmo más enérgico, hasta que llegó un momento en que sentí como si todo el cuerpo me respirara. No sé cuanto tiempo estuve así hasta que de pronto me invadió una gran tristeza y soledad a la vez que comencé a llorar. Lloré y lloré, durante lo que para mi fue una eternidad hasta que oí la voz de Mel que me decía “Eres inocente,…eres inocente”, y poco a poco me fue invadiendo una sensación de calor, ingravidez, alegría, paz y  Amor, aunque al estado en el que me encontraba no sabría darle nombre. Mis ojos permanecían cerrados, pero podía ver un cielo estrellado y yo me sentía flotando en ese espacio. Empezó a sonar el mantra “Om Namah Shivaya” muy bajito y así me quedé un rato, no se cuanto tiempo pasó. Cuando por fin abrí los ojos, sequé mis lagrimas, que ya eran de alegría y vi los ojos de Mel mirándome y sonriendo, para mi era como si viera un ángel. Me dijo que me levantara y me acompañó al cuarto de baño para que me mirara en el espejo. Aquello fue muy impactante, porque me costó reconocerme. Mi cara, mis ojos habían estado escondidos durante años tras un muro de culpabilidad, rencor  y autodestrucción y ahora estaban ahí relajados, pacíficos, diciéndome que todo estaba bien, que no pasaba nada y que se había terminado el sufrimiento. Me despedí de Mel, salí a la calle y aquello iba a más: tuve que mirar varias veces a unas macetas con geranios y restregarme los ojos, porque veía una especie de aura alrededor de las flores y las hojas, pero al cruzarme con la gente por la calle me ocurrió lo mismo, veía como un aura alrededor de cada persona. Era como si hubiera tomado LSD o algo parecido. Pero lo que había hecho era ¡RESPIRAR durante un par de horas! Estaba por el centro de Sevilla, por la plaza de San Pedro y sinceramente, al ver a las personas, cada una con su mundo, el tráfico en las calles, las caras preocupadas, me daban ganas de gritar: ¡Todo está bien! ¡No pasa nada! ¡La vida es maravillosa! Pero me contuve, me sentía uno con todo, sonreía, porque mi sensación era que todo esto que veía y sentía lo había tenido delante de mis narices todo el tiempo y no lo había visto. Era una gran ironía, una gran broma y quería hacer partícipes a todos de aquello que yo estaba viviendo. Quería decirles que sus preocupaciones, sus miedos no eran reales, que eran un producto ilusorio. Cuando llegué a casa los primeros que notaron mi cambio fueron mis hijos, que habían sobrellevado durante mucho tiempo el estar con un padre depresivo, aunque no encontraba palabras para explicarles lo que había experimentado. El primer sorprendido era yo. De pronto me entró una gran curiosidad por saber que es lo que me había pasado, tanto es así que comencé una búsqueda incansable para que mi yo racional encontrara una respuesta a mi metamorfosis. Conocí el Curso de Milagros, devoré libros, asistí a decenas de talleres de crecimiento, como los que híce con Leonar Orr y con la que se conoce como co-fundadora del Rebirthing, Sondra Ray y a los que pude mostrarles mi eterno agradecimiento por haberme posibilitado conocer esta maravillosa técnica.
Ese estado, que más tarde pude identificar como una experiencia mística o más concretamente, una experiencia transformadora y estructurante de uno mismo, se consigue mediante el Rebirthing, pero también con otras técnicas catárticas y que se orientan hacia el desarrollo de la conciencia reflexiva (¿Quién soy yo?), de la conciencia sobre el mundo (¿Porqué me relaciono así con los demás?) y para favorecer el encuentro con nuestros limites existenciales (¿Qué sentido tiene mi vida?).  Es lo que el antropólogo Josep María Ferigcla llama Experiencia Activadora de Estructuras, que él abrevia con el acrónimo exaces. Durante el tiempo que duró la catársis tuve momentos de angustia, miedo, tristeza y dolor, todos ellos producto de la desestructuración de mi ego y su cadena de valores con sus apegos y ataduras. Es un tránsito que hay que afrontar y realizar para trascender un sistema que se ha ido organizando desde el momento mismo de nuestra concepción. 
Para mi cambió todo, pero a la vez no cambió nada. Quiero decir que lo que cambié fue el punto de vista desde el que a partir de entonces observé el mundo, cambiaron mis creencias, o más bien, se me disolvieron las creencias limitantes de culpabilidad, escasez y miedo y me acepté a mi mismo tal y como soy, tomando conciencia de ello y a partir de ello, trabajando para despojarme de toda la artificiosidad que la educación y las presiones sociales, familiares y culturales han ido incrustando en mi esencia. El camino no es fácil, pero es el único posible si mi deseo es sentir que vivo la Vida despierto y consciente, lo demás es para mi vegetar y pasar por este planeta sin haber aprendido nada. Esta claro que creamos lo que creemos.
 Para terminar debo señalar que este estado me duró un par de meses durante los cuales dormía tan solo unas tres o cuatro horas diarias  pero estaba todo el día pletórico de energía y a diario iba tomando conciencia de mis reacciones automáticas, de mis mecanismos de defensa y de mis dependencias. Esto me permitió desvelar muchos filtros y creencias que distorsionaban cualquier visión objetiva que pudiera tener de mi. 
Poco a poco fui tomando contacto con lo cotidiano pero sabiendo que tenía que redirigir mi vida, habia "renacido" y desde ese momento la manera de encauzarla era buscando mi esencia. La transformación que sufrí fue enorme, pero el peso de lo mundano con sus rutinas y costumbres adquiridas es aún mayor, por lo que si decidía afrontar la existencia desde un estado que se puede llamar "más atento, más consciente", tenía que estar alerta y adquirir una cierta disciplina diaria para volver al silencio interior. Aprendí a meditar y comencé a practicar yoga y poco a poco cambié por completo mis hábitos. Dejé cosas atrás y le di la bienvenida a muchas otras. 
Se abrió ante mi un grandioso universo de herramientas de sanación, algunas de las cuales sigo usando hoy día y por supuesto, conociendo ya las posibilidades sanadoras del Rebirthing no dudé en hacer las diez sesiones pertinentes, ya con otro renacedor, y desde entonces lo practico en casa con regularidad. Y por supuesto lo aplico a muchos clientes o consultantes que así me lo solicitan o a los cuales considero que les puede resultar beneficioso.



martes, 14 de julio de 2015

Medicalización de la sociedad

La medicalización de la sociedad se puede considerar como aquel proceso a través del cual un área de la vida social se redefíne como un problema médico y por tanto requiere asistencia médica. Esto crea necesidades ficticias y dependencias en los individuos.
 Comienza con la patologización de prácticas sociales hasta entonces circunscritas al ámbito moral e íntimo como  son el alcoholismo, la sexualidad (masturbación,comportamientos sexuales atípicos...), también el suicidio y la total patologización de la fisiología femenina (menstruación, menopausia, embarazo, parto y postparto), manifestación esta última que pone de relieve las desigualdades de género aún vigentes en nuestra sociedad.
 El proceso de medicalización al patologizar asuntos sociales los convierte en problemas individuales, dificultando la reflexión acerca de las causas sociales que posibilitan esas patologías. La autoridad de la Medicina llega a imponerse al individuo con independencia de su voluntad.
 Se va instaurando lentamente, al principio con la publicación de libros que dan consejos sobre salud, sobre todo relacionados con la infancia con el fin de conservar la fuerza de trabajo. La Medicina entonces comienza a preocuparse por el ámbito doméstico mediante publicaciones sobre higiene, lactancia, juegos y horarios adecuados. Al principio aportando conocimientos y dando consejos amigablemente, aunque poco a poco se van volviendo más y más imperativos.

 Detrás de todo esto existe una gran industria que impulsa un consumismo de todo lo relacionado con la salud (consultas, fármacos, internamientos, pruebas diagnósticas...), la salud entronca con la economía, entra en el Mercado y se convierte en una necesidad. Según Foucault, el modelo científico triunfa porque sirve a un modelo político-económico concreto.
Aunque "la introducción del cuerpo humano y de la salud en el sistema de consumo y de mercado no ha elevado de una manera correlativa y proporcional el nivel de salud. En cuanto el nivel de vida se define por la capacidad de consumo de los individuos, el crecimiento del consumo humano, que aumenta igualmente el nivel de salud, no mejora en la misma proporción en que aumenta el consumo médico. En el momento en que el consumo médico se coloca en el medio real, se observa que las variedades del medio, en particular el gasto en alimentos, la educación y los ingresos familiares, son factores que influyen mas que éste en la tasa de mortalidad. El nivel de consumo médico y el nivel de salud no guardan relación directa, lo que revela una paradoja económica de un crecimiento de consumo que no va acompañado de ningún fenómeno positivo del lado de la salud, la morbilidad y la mortalidad".(Michel Foucault).
El adoctrinamiento al que ha llegado la medicalización es tan extremo que hoy día las personas dudan del médico que no sigue a pie juntillas los protocolos establecidos por la biomedicina, es decir, que prefiere tratar al enfermo como un ser humano y baraja los pros y contras de por ejemplo, prescribir una serie de fármacos de dudosa eficacia y comprobados efectos secundarios.
 La evolución de este proceso a dado como fruto lo que podemos llamar la Medicina del Pánico: Aquí se reemplaza la prevención por la detección precoz, ya no hay medicina preventiva sino búsqueda molecular de la enfermedad. Ejemplos de esta medicina son las vacunaciones masivas, la invención de enfermedades inexistentes, la extirpación cautelar por "riesgos" genéticos y la medicación sistemática de la hipercolesterinemia o la ansiedad.
 El objetivo que persigue es el control de la población a través de amenazas que impliquen la necesidad de fuerzas organizadas que respondan a esas amenazas, es decir, una práctica mafiosa en la que el que amenaza y el que protege es la misma figura. El sentido atribuido aquí a la enfermedad fluctúa entre el castigo por el modo de vida (caso SIDA) y la comprensión de que solo se puede estar seguro si se obedece el orden del sistema.

El triste resultado de este ya instaurado proceso es la pérdida de autonomía de las personas y su renuncia a ejercer un cuidado responsable de sí mismas, lo que implica una ceguera cuasi suicida que solamente podemos evitar o revertir educando a las personas, haciéndoles ver los pros y contras de su situación pasiva y proporcionándoles información de otras formas de conseguir y mantener la salud que el propio sistema se encarga de invisibilizar por las consecuencias que pudieran tener en el sistema de mercado.

viernes, 10 de julio de 2015

Hola a todas y todos.

   Os doy la bienvenida a este blog en el que compartiré todo aquello relacionado con las terapias que miran desde un nuevo paradigma de la salud en el que la labor del terapeuta consiste en asesorar al cliente y facilitarle los conocimientos y las herramientas que le hagan comprender que es él mismo el que se puede sanar, que ese estado de equilibrio psico-físico tiene que ver con una toma de conciencia de la persona y con el convencimiento pleno de que la responsabilidad de nuestra salud recae en cada uno de nosotros.
   Esta visión que en un principio a muchos puede parecerles descabellada nos proporciona un empoderamiento que nunca antes habíamos tenido de manera que nos convierte en dueños y señores de nuestro bienestar pleno y nos obliga a estar alerta ante las trampas y boicots que nosotros mismos nos ponemos inconscientemente.
  Toda esta palabrería sería completamente estéril si no se tradujera en resultados positivos. A la persona con dolencias, en principio le da igual el cómo, lo que quiere es resolver su problema. Desde este enfoque, el objetivo es hacerle ver que existen otras formas de hacerlo más definitivas y menos agresivas, donde él es el verdadero protagonista de este proceso, dejando atrás ese papel pasivo de aquel que pone su vida en manos de una autoridad de la salud para situarse en una posición activa de concienciación y responsabilidad. Este cambio de creencias proporciona una estabilidad y una tendencia al equilibrio vital como nunca antes habíamos disfrutado.
   Es desde aquí desde donde pretendo compartir esta visión holística de la salud que devuelve al ser humano su posición de creador consciente de su vida y desde donde os informaré de todo lo relacionado con mi oficio de terapeuta: de que fuentes bebo, en que conceptos me baso, como y donde desarrollo mi actividad y que inquietudes relacionadas con el crecimiento y la búsqueda interior comparto.
   En ningún momento pretendo descalificar la labor de muchos profesionales de la salud que realizan su labor con el corazón, aunque no es ningún secreto la deshumanización galopante de la sanidad oficial muy a pesar de estos grandes sanadores que diariamente se enfrentan a la dialéctica entre lo que les dicta su vocación y la realidad impuesta por el sistema hegemónico. Esto lleva cada vez a más personas a buscar otros caminos que igualmente les conduzcan a mantener un estado saludable, apareciendo entonces la necesidad de un asesoramiento no contaminado por doctrinas oficiales ni creencias impuestas.
                                       
                     Namasté