viernes, 11 de septiembre de 2015

Cuerpo - Mente - Espiritu

Estos tres elementos han sido objetos de estudio por separado en distintas disciplinas (Medicina, Psicología, Filosofía...) y la relación entre ellos ha sido y es objeto de polémicas que surgen desde diferentes perspectivas.
  Desde éstas líneas mi intención es dar fe de esa conexión existente para mi e inexistente para muchos aunque cada vez más demostrada y demostrable.
  La importancia que tienen los pensamientos sobre nuestro estado de ánimo y sobre nuestro equilibrio de vida ya casi no lo cuestiona nadie. No quiero arrimarme al carro “new age” de aquellos que pregonan que todo irá perfecto para ti si desde que te levantas por la mañana comienzas a recitar pensamientos positivos y todos tus problemas desaparecerán, y aunque pueden ayudarte, ojalá fuera así de simple. Pero si sé por experiencia (en realidad es la experiencia bien gestionada la que posibilita avanzar en conocimientos y sabiduría) que mediante el estar alerta para ser consciente y sobre todo, el hacerte consciente de tu propia sombra, es posible tener una vida más equilibrada y sana a todos los niveles.                                            Esto implica mantener una coherencia entre lo que se siente, se piensa y se hace. Cuando estos tres elementos coinciden es cuando podemos sentirnos sanos, plenos, libres y empoderados como seres divinos que en realidad somos. Esta coherencia abre las puertas a un Universo hasta ahora desconocido y entonces ya no hablamos de la triada cuerpo-mente–espíritu, sino de Ser, sin más, porque esas escisiones son creadas por el hombre para etiquetar algo que no admite etiquetas ni definiciones ni nombres pero que nos son necesarias para entendernos entre nosotros y para nosotros entendernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario