BIOPSICOINTEGRACIÓN
A grandes rasgos Biopsicointegración significa poner
en coherencia el corazón, la mente y el cuerpo, el sentir, el pensar y el
actuar. Es la falta de esa coherencia lo que se manifiesta como desarreglo,
como enfermedad o hablando con propiedad, como un aviso de nuestro organismo
que nos está indicando que algo no marcha bien en nosotros . Puede ser que
hayamos perdido de vista nuestro proyecto de vida, aquel que surgía de nosotros
cuando empezábamos a ser adolescentes y nos queríamos comer el mundo y nuestro
fin era ni más ni menos que ser felices. Pero confundimos el ser con el tener y
nuestro rumbo cambió hasta que un síntoma nos frenó en nuestro camino hacia
ninguna parte para ofrecernos la oportunidad de otear el horizonte y corregir
la marcha. A muchos ya se les olvidó su rumbo original, o lo descartaron por
imposible, o se cargaron con tanto equipaje que les resulta muy difícil seguir
caminando. Y hay que hacer un alto en el camino para analizar lo que ocurre:
sentido equivocado, demasiado peso, o quizás hay que hacer memoria y recordar
cual era originariamente nuestro rumbo. Entonces tomamos conciencia y actuamos
en función del resultado de nuestras reflexiones. Y lo primero que hacemos es
bendecir nuestra fiebre, nuestro dolor, nuestro síntoma, porque gracias a ellos
podemos redirigir nuestra vida y ponernos en armonía. Cuando esto ocurre,
cuando expresamos nuestras emociones y le cedemos la palabra a nuestro corazón
y lo escuchamos y lo seguimos, entonces notamos que la vida vuelve a fluir con
comodidad y sin esfuerzo, nos percatamos de que irónicamente aquello que
queríamos conseguir cuando niños era mucho más simple de lo que nos hicieron
creer y aunque fuimos tan ingenuos de caer en la trampa que nos tendieron,
hemos sido capaces de salir de ella. Para el Ser el tiempo no existe y la
sensación de estar aquí y ahora plenamente consciente y en coherencia con uno
mismo no tiene precio.
METODOLOGÍA
La Biopsicointegración
es un enfoque holístico con un propósito sanador del ser humano que bebe de diferentes metodologías procedentes de distintos campos del conocimiento. Para
ello se nutre tanto de descubrimientos científicos de Occidente como de la
sabiduría oriental. Por ello , la Biopsicointegración tiene en cuenta los últimos modelos
propuestos por la física cuántica en tanto reconoce una realidad indivisible,
interconectada y holística, que es función de la conciencia y que a su vez
tiene un gran parecido con las descripciones dadas a lo largo de los siglos
por las disciplinas de la conciencia estudiadas y desarrolladas sobre todo en Oriente, incluso los mismos físicos prefieren
considerar a algunos de esos descubrimientos como redescubrimientos de antiguas
sabidurías.
Partiendo de la base de
reconocer a la persona como un ser completo en el que existen diferentes
niveles, físico, emocional, mental y espiritual, la propuesta es la de intervenir
en todos estos flancos para conseguir un verdadero equilibrio basado en la
coherencia sentimiento-pensamiento-acción.
La
Biopsicointegración comparte con la Ciencia Curativa Germánica la etiología conflictual biológica de la mayor parte de los desequilibrios orgánicos y psíquicos, no solamente las llamadas enfermedades
psicosomáticas, aunque es consciente del importante papel de la psique en el ser humano, elemento este inseparable de la totalidad de la persona.Esta perspectiva médica se centra en el conflicto biológico original y su respectiva repercusión en la triada psique-cerebro-órgano. En Biopsicointegración nos centramos en ayudar a la persona a encontrar y resolver este conflicto, porque no basta con
encontrarlo, este sería solo el primer paso. La toma
de conciencia por parte del afectado es imprescindible para ello y la acción correspondiente a esta
comprensión sería el ingrediente básico para la solución. Nuestra labor es la de acompañar en todo este proceso para que todo vuelva al equilibrio.
La
Biopsicointegración no pretende curar, sino asesorar, orientar, educar y ser fuente de información para ofrecer a las personas la
oportunidad de hacerse cargo de sus decisiones, de que entiendan que en la vida
siempre pueden elegir el papel a desempeñar, culpando al mundo de sus
desgracias y erigiéndose como víctimas en manos del destino o tomando las
riendas de su existencia, convirtiéndose en dueños y a la vez aprendices de su
estancia en este mundo, seguros del poder de sus emociones y de sus pensamientos y responsables de sus acciones. El libre albedrío siempre lo tenemos, por activa o por
pasiva y la elección queramos o no, es nuestra.